miércoles, 31 de diciembre de 2014

¡ANDA QUE NO! … Bye bye 2014 – Por un 2015 de ORO



Enfrentarse a las fiestas navideñas combinando trabajo, citas, comidas y cenas, compras, viajes al aeropuerto, y ser al mismo tiempo madre, hija, médico, enfermera, cuidadora y sobre todo “adivina y maga”  en una  unidad de vigilancia intensiva (UVI) instalada en el comedor de casa,
 cargando con un letrero que dice,  
 “Esto es urgencias: siempre abierto” pegado a la espalda… 
No resulta, digamos fácil. 
 Eso sin contar mis  escapadas a la montaña,  porque está claro que, de vez en cuando viene bien un poco de aire fresco, además, los lugareños siempre tienen cosas  que contarte y algunas de ellas resultan ser de lo más interesante.
 ¡Ya lo creo!
  Debo confesar sin embargo, visto que los Pirineos, los Apeninos y los Alpes me son conocidos, que no hubiera estado mal poder escaparse a los Andes. Quizá para el próximo año, que está aquí mismo, a la vuelta de un puñado de horas… 
¡Quién sabe?!
Un año que termina tan rocambolesco como empezó.
 La última?
 ¡Me volatizaron los zuecos! Si, ya sé, ya se.
 Lo normal es que te volatilicen el coche o la cartera, no?
 Pues va a ser que no.
 ¡Los zuecos! 
Ni se imaginan el “fashion look “que tiene una cuando se viste de uniforme, bata blanca y botines de tacón cubiertos por unas polainas. ¡Anda que no!. En fin, quienes me conocen bien, ya saben que mi cotidiano es un repertorio de exotismos y sobresaltos extremos de pura tragicomedia.
Ah! 
Que se creían que mi vida transcurría lo mismo que este blog, en  languidez y  melancolía? 
Graso error!!! 
Como errado sería creer que las ventanas de este espacio son un mero desahogo. 
Puedo asegurarles que mis desahogos se quedan al margen del ojo público.  
 Para quienes no lo hayan comprendido ya, que son pocos, 
pero siempre queda algún/a despistad@, 
este blog es un portal básicamente poético o lírico,
como más les guste,
 en el cual con frecuencia, practico la meditación y equilibro emociones para mantener mi propia paz interior… 
Por otra parte,  visto que uno de mis legados por herencia, 
es lo que algunos suelen llamar  “vena poética”, 
esa es y seguirá siendo, por norma, mi vía de expresión, así se revele en verso o en prosa.
Por lo general, acostumbro hacer balance del año que termina. 
Es entonces cuando me pregunto si he cumplido con los buenos propósitos de inicio. 
Curiosamente, casi siempre, se queda alguno por cumplir.  
 Analizando este 2014, durante el cual, además de trabajar y alcanzar discretos logros,
 nada de extraordinario, no se vayan a creer;
 he sido cocinera, lavandera, planchadora, mediadora, abogado, taxista, rebelde, protestona, reivindicativa y posiblemente... alguna otra cosa mencionable y no, pero que no viene al caso; 
de lo que no hay duda,
 es de que he sido irremediablemente
 (como casi todo el mundo) 
una auténtica equilibrista en la cuerda floja de su particular economía, 
y ahí se queda otro…. ¡Anda que no!. 
Créanme, no me apetece nada, pero es que nada de nada, tratar el tema político-económico, 
así que, me lo salto. 
Es mejor hablar del tiempo, resulta más productivo, porque en cuanto se me planta en la retina la imagen de un político, sea cual sea su ideología o bandera, 
lo único que me viene en mente, es esa conocida frase televisiva de:
”Hombre, un poco de por favor”.
¿Cómo?... ¿Cómo? ¿Que si he tenido relaciones, sexo, o algo parecido? … 
Bueeeeeno, este blog no es, no ha sido, ni será precisamente,  
 “Sexo en Nueva York” 
ni “Babilón las Vegas”.  
 Ya lo habían notado, verdad?
 La exposición detallada de ciertas cosas, con ilustraciones incorporadas, incluso espionaje,  se la cedo gustosa a otros personajes que, con tal de parecer “guays”, no tienen reparo en hacer uso de su intimidad aunque con ello, vulneren la ajena.
 Pura cuestión de ser y estar. 
Por mi parte, sigo a pies juntillas uno de mis lemas favoritos al que me remito año tras año:
 “Somos esclavos de nuestras palabras y dueños absolutos de nuestros silencios”. (Gandhi)
   También es cierto que cada año que se va, nos deja a cada cual, 
un mensaje secreto que descifrar, 
el mío de este 2014 que se despide, dice algo así como: 
“Tomamos conciencia de  lo que hemos soportado, cuando decidimos que ya BASTA”.

 Para terminar, 
les dejo una  anécdota personal y reflexiva, con la que desearles a todos
 UN 2015 DE ORO:
“Terminada la carrera, las primeras Navidades las pasé trabajando. 
 He trabajado muchísimas más, pero esas solas me bastaron para comprender que aún en Navidad, 
la gente enferma y sufre… Que algunos, incluso nos abandonan para siempre. 
Aprendí lo que significa la rabia y la impotencia de todo aquello que no está en nuestras manos. Aprendí que Navidad no debe ser una fecha en el calendario, 
si no una actitud con la que enfrentarse a la vida y a los demás los 365 días al año, 
pero que a pesar de haberlo aprendido, 
no siempre iba a poder o saber  llevarlo a cabo. 
Aprendí las dos caras de la moneda.
 Felicidad.
 Ausencia. 
Aprendí a reír y a llorar a un tiempo 
y a compartir momentos, inolvidables, con auténticos  titanes que
lucharon con uñas y dientes, hasta el último aliento, por un solo día más en sus vidas; 
a ellos les debo parte de lo aprendido sobre la existencia. 
Gracias a todos y a cada uno de ellos. 
Gracias a todos los míos,  porque los tengo… 
Porque con y por ellos (los unos y los otros) di con la pócima mágica con la que visualizar el verdadero ORO.
ORO, es mirarse en los ojos de otro y ver en ellos legítimo Amor.
ORO, es el abrazo de los tuyos. El calor de la familia.
ORO,  es la mano amiga que se estrecha a la tuya cuando más lo necesitas.
ORO, es la sonrisa de un niño. La complicidad del amigo.
ORO, es no perder la esperanza nunca.
ORO, es llenarse los bolsillos de ilusión.
ORO, es  vivir y amar con  humildad, honestidad y sinceridad.
ORO, es saberse fiel a sí mismo y a los demás.
ORO, es la verdad.
      Cuando el año termina, es momento de vaciar las arcas del  ORO para su recuento final… Y aunque nunca sobre, y de algún saquito algo pueda echarse en falta, debe quedar siempre ese poquito que basta para volver a sembrar esperanza, fabricar ilusiones, elevar sueños, estrechar manos, dar abrazos, y desear, que en el año que entra, todas nuestras arcas sean colmadas.
    UN FELIZ 2015 DE ORO

Dama de seis

miércoles, 17 de diciembre de 2014

PAISAJES ALTERNATIVOS II : SOÑANDO PARIS






         Las hojas de otoño se volaron con el viento, a penas si queda alguna que trémula se aferra a su rama y resiste al invierno mientras nieva. 

Paris y su emblema se duermen bajo la niebla, arrullados por el lento transitar del Sena.

 Es un rumor plácido de acuarela y violines que tímidamente flamea en las aceras. 

Pero no sé. 

No sé si alguna vez estuve allí, o si sólo lo soñé… quizá… 

Quizá en otra vida, montada en un blanco corcel, cabalgara desafiante por la Avenida de los Campos Elíseos, desde la Plaza de la Concordia hasta el Arco de Triunfo. 

  Tal vez, desde aquella vida, unos ojos (mios), expectantes de inocencia, contemplaran tras los empañados cristales de algún viejo café, donde  “La bohème” sonara sin cesar…,

cómo la bruma se envolvía en las lamparillas de las farolas en la noche fría.

Quizá, quizá estuviera allí, 

sosteniendo en la mano otra copa de champán, burbujeante de ilusión 

y guardara en un bolsillo del corazón, 

ese algo por lo que brindar, 

 el húmedo de los labios en un beso exaltado que se consuma y evapora, 

como el humo de un cigarrillo que se apura.   

Quizá, quizá estuviera allí, 

enredada entre los apuntes de alguno de los poemas que no escribí jamás, 

o envuelta en los acordes  tristes de   “Aline”, al marchar…  

 Pero yo, que no sé si estuve allí alguna vez,  arropada por los arcos de la torre Eiffel, saboreando el dulce aroma del primer crepé, o si sólo lo soñé…

 Anduve la noche entera por los jardines de Notre Dame...

 Y te busqué… 

Busqué tus ojos, tu caminar, tu voz entrecortada en los abismos de la soledad...

Te busqué.

Pero no te pude encontrar.

Solo La Gioconda, en la penumbra del  Louvre, 

se hizo custodia del mensaje que guardé bajo un quinqué.  

 Nieva con la luna llena. 

Nieva con el corazón en paz…  

 En la distancia, un hombre solo canta : “Cae la nieve”… 

 En la distancia, 

una mujer, 

que no sabe si estuvo allí, mira al cielo y calla … 

Ella, sueña.

Sueña Paris.

( Dama de seis)