Un martes, un jueves o un domingo quizá,
difícil es determinar
para quien no tiene calendario y los días,
como hojas
de otoño,
primero florecen y con el viento de la noche se van.
Kilómetros de carretera
encadenados a las
ruedas que giran sin parar,
mientras los caminos se confunden
en cualquier
cruce de cualquier lugar…
Y llegó
al fin…
A esa playa donde se descuelgan las soledades…
A esa playa donde…
Primero
llueve y luego, nieva sobre el mar
como en aquellos ojos de sus veinte años,
en
una Italia profunda y de juegos de azar.
La vida en un soplo
y en un soplo
otros
días de carretera
que arañando inviernos también se irán…
Y diecinueve mil Kilómetros
aún
en diecinueve mil días para escapar.
¡Quién sabe de qué huiría y que poco importa ya!
Primero llueve, luego… Nieva sobre el mar.
Dama de seis