Madre…
En las manos un Jardín de rosas sin espinas,
Un pecho azorado que el llanto de un niño enmudeció.
Unos ojos cansados en miradas furtivas
pero a cuyas pupilas, nada escapó.
Madre…
vientre y sangre donde
el amor germina,
remanso plácido y bahía, vida … Vida
en la que otra vida se concibió.
Madre…
Marea de ternura, que rozando el inmenso,
se hizo custodia silenciosa de sueños…
Sueños tan grandes, que jamás imaginó.
(Dama de seis)
(Dama de seis)
Vuelvo a repetir lo dicho anteriormente, pués al parecer no se redactó como publicación.
ResponderEliminarProfundo, es así como percibo tu poema. Sigue escribiendo, ya sabes que es una de las mejores técnicas para comunicarnos y tu eres genial, cercana, descriptiva, sensual y emocional.
Un abrazo
Guauuu, Nati! .... Gracias por toda esa colección de adjetivos. Eres buena conocedora de comunicación verbal y artística por tanto me siento doblemente halagada. Me encanta recibirte en este espacio tan particular y tan mío donde espero encontrate de nuevo cuando te apetezca.
EliminarMe complacería muchisimo ilustrar alguno de mis escritos con algun cuadro de los que pintas... ¿Que tal si me mandas algunas fotos?
Un abrazo con todo el corazón.