Aquí hay a un silencio blanco
donde es mudo mi lamento,
no hay rebelión, acepto,
me abandono , callo…
siento el regurgitar de la aorta
en un frío cálido,
suspiro, aun hay pálpito.
Cierro los ojos y está el cielo
aquí, en la punta de mis dedos.
No hay rebelión, acepto,
me abandono, callo…
un puño amasa mi pecho,
suspiro, ya no hay pálpito,
dejo esta piel,
me abandono, callo…
en otros ojos tal vez
vuelva el amanecer.
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