Fuera de la angostura acostumbrada
de los silencios,
donde todo es contenido y tácito,
así,
como el tránsito por
el Limbo,
sin sonrisas… sin llantos.
Dímelo tú,
¿Cómo y dónde voy a esconder el corazón
ahora que la primavera la nieve fundió
y un inesperado rayo de sol
despierta su pálpito?
¿Qué flechas se vencerán en
su flanco
desprovisto de su escudo
mientras camina descalzo?
¿Dónde lo cierro,
dónde lo guardo…
si corre tan deprisa que no puedo pararlo?.
Si es ahora,
cuando apenas
descubro que vivo,
que anhelo morir en sus brazos.
Bellísimo.... bellísimo.... bellísimo
ResponderEliminarMuchas gracias querida amiga. Celebro que te guste. Besos.
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