domingo, 17 de junio de 2012

PARADOJA


Fuera de la angostura acostumbrada de los silencios, 
donde todo es contenido y tácito, 
así, 
como el tránsito por el Limbo, 
sin sonrisas… sin llantos. 
Dímelo tú, 
¿Cómo y dónde voy a esconder  el corazón 
ahora que la primavera la nieve fundió 
y un inesperado rayo de sol 
despierta su pálpito? 
¿Qué flechas se vencerán en su flanco 
desprovisto de su escudo 
mientras camina descalzo? 
¿Dónde lo cierro, dónde lo guardo… 
si corre tan deprisa que no puedo pararlo?. 
Si es ahora, 
cuando apenas descubro que vivo, 
que anhelo morir en sus brazos.

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