miércoles, 28 de noviembre de 2012

EL SILENCIO DE LA LEONA





Pierde su mirada en el horizonte,
y envuelve en silencio, un brote íntimo
que anclado a su vientre …  protegerá.
Pasos sigilosos en  tierras áridas
de almas desiertas. Son austeridad.
Obcecadas en clavar uñas. Desgarrar.
En el camino, una corriente de agua
enmudece en requiebro la palabra,
porque el amor tiene por voz  latido,
y el latido no se rige, sólo … va.
Y va, transitando el caudal del alma
a donde quiera llevarle su palpitar.
Horizontes, colinas talladas en cristal,
rúbrica de sábanas, en un pacto de piel.
Colinas,
y  tras ellas, el blanco de  la nieve,
que con mirada cálida y tenue,
en el cofre del silencio, ella, atesorará.
Envuelta en algodones de silencio
se hace caracola en el mar,
bruma sosegada y quieta
que la boca sedienta de su sangre,
no puede dentellar.

domingo, 18 de noviembre de 2012

LA PRIMERA NIEVE CAIDA







En esta primera nieve caída
encuentro las soledades por las que crucé,
mientras sofoco el aullido
de la bestia herida que me habita,
desde aquel día, cuya fecha ya olvidé.
Deshojo mentiras en frases de papel,
como quien deshojara margaritas
en pétalos de tinta y sangre de miel.
En esta primera nieve caída
engarzo las estrellas caídas
en cada lágrima vertida en querer.
El cielo sereno, la nieve fría,
me ahogo en el nudo que me aprieta
pero me quedo quieta mientras nieva
porque está a punto de llover,
y está bien , que llueva está bien.

jueves, 8 de noviembre de 2012

DECORANDO



Así me recibe hoy la mañana, con los brazos abiertos en millones de pinceladas, 
me recibe en ese mar quieto que se expande para hacerse océano, 
en esas tierras que viajando se vuelven cercanas,
y sonrio, nientras aligero el equipaje de todo aquello caduco,
de todo aquello que huele a viejo y que se convierte en absurdo.
Mientras, decoro mi alma con los azules de ese mar inmenso, 
alimentando el amor que nos tiene a los dos desde su silencio,
desafiando sea tu tiempo que mi tiempo.
Me cobijo en la última rosa del desierto, 
y contemplo como vuelven a crecer mis rosas de invierno, 
ya no necesito imaginarlas, ni pintarlas, hoy las tengo.
Porque se colora de verde esta mañana, 
de verde esmeralda, 
el oro se funde en las cimas nevadas
y me dejo acariciar por el suave viento
que fluye empapado de vida
y camino, camino por esa tierra que me abraza.


domingo, 4 de noviembre de 2012

QUIERO



 

No quiero viento que  azota y te despoja de todo, dejando después sólo vacio. 
Quiero, esa lluvia fina de sentimientos que te empapan , 
que te llenan, que te refrescan el alma 
y hacen crecer una eterna primavera.  
Esa lluvia trasparente y sincera, 
sin barro, sin que lluevan ranas, 
que sean gotas de cariño que puedan alimentar el alma. 
Eso, eso quiero.