Llueve.
Llueve
en el azabache lienzo de la noche donde
se extiende el sabor de la hierba
y la tierra mojada.
Fragmentos de dulce melancolía en las cuerdas de la nostalgia.
Quizá todo consista en dirigir los pasos hacia
un horizonte sin confines
y sumergirse en los recónditos parajes de Narnia.
Vivir, es un arte de pura magia.