No me culpes si de cuando en cuando
cierro los ojos
para vagar de puntillas en el redondo de tu esfera…
Y me
evado del tiempo
No me culpes si en un
parpadeo,
atravieso las fauces de tu
oráculo y conjugo los verbos de un pretérito imperfecto
o hilvano los matices
de un casual condicional…
Haiku:
Llueven
pétalos
mojados por recuerdos
flor
de otro tiempo.
……… Y me evado.
No me culpes reloj, si este presente es un ovillo de gerundios
infinitos
por el que ir “caminando” colgada de tus manecillas…
Haiku:
Pie
minúsculo
en
la grana del viento
que
atrapa el beso
.….Y tiempo.
Dejo que la caricia de
sus minutos lentos se proyecte como un verso de vida.
Sílabas de un tiempo que después inscribo en otro
capítulo de ese libro de título“Viviendo”.
Haiku:
Evado tiempo
y en estío de memoria
conjugo el verso…
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Me evado del tiempo...
Historia de un momento.
Dama de seis
Eso es la poesía, historia de los momentos... Decantado y bello escrito.
ResponderEliminarGracias, Rafael. Completamente de acuerdo, poesía es la historia de los momentos. Una historia íntima del vivir y sentir.
ResponderEliminarAbrazos.