lunes, 31 de octubre de 2016

Y ME DA, NO SÉ POR QUÉ

Fotografía de Antonia Freile




  Navegando lunas en un minuto delgado,
con el abrazo silvestre de un puñado de páginas sin título.
Y me da, no sé por qué,
(aunque sí lo sé)
por contar las estrías oblicuas que habitan en un pliegue de corazón.
Rompo con palabras huecas para enhebrar silencios  
como vetustos eslabones que hablan de libertad.
 Navegar lunas a contracorriente y en huída,
es como abrazarse a la niebla en el temporal,
sin más guía que el sueño húmedo de lágrimas
que dolió los huesos y enfrió las sienes al despertar.
Y me da, no sé por qué,
(aunque si lo sé)
por trepar al mundo de los solos
una y otra vez.


Dama de seis

2 comentarios:

  1. Sí, Antonia, oscuramente sabes porqué. Y por eso lo escribes.

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  2. Supongo que si, que todo se registra en ese espacio límbico que llamamos insconsciente y que de vez en cuando asoma.

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