lunes, 24 de abril de 2017

TRAS EL PERFUME DE UNA ROSA






Ayer ...
de sus pétalos encendidos se desprendía la esencia viva de una joya. 
Ni una sola espina en su tallo grácil y delgado… solo la fragancia de un amor más grande que el infinito, soplando suavemente en las velas del corazón… 
Piel de mi piel, sangre de mi sangre.
       Al paso de unas horas, esas que hacen de ayer, hoy… 
Tras el perfume de la rosa hay un abrazo que apura el instante y poco a poco, se extingue para recibir el hosco beso de la lejanía…  
 El grito mudo de la ausencia que acaricia con ternura esos pétalos y se hace recuerdo…
          Y queda...
 un cuarto desierto que se instala en el alma, la ropa olvidada, los ojos que se buscaron empañados de lágrimas para abrazarse en la distancia...
                 Queda un: “Te extraño siempre”
         mientras que, 
con el vuelo del gorrión llega ese vacío que golpea el estómago… 
La espera...
La puerta abierta al sol de la esperanza que calienta.

Dama de seis.

8 comentarios:

  1. Pétalos, aroma y nostalgia en una bella fusión. Jesús.

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    1. Gracias, Jesús. Una combinación de emociones encontradas. Dotamos a nuestros hijos de alas para que vuelen libres... Somos felices cuando son felices, pero no podemos evitar esa punzada nostálgica cada vez que dejan el nido.
      Besos.

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    2. Conozco esa sensación. Pero deben volar, como hicimos nosotros en su día. Pero la distancia es una fuente latente de dolor. Leve pero continuo.

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    3. Cierto, la distancia es una espinita clavada en el alma, a veces llevadera, a veces difícil de llevar. Pero siempre una espinita que al removerla, duele.

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  2. La espera es un laberinto con mil puertas. Y en cada una hay una despedida y un deseo. Pero tú lo transformas en materia lírica. Muy bello.

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    1. Gracias, Rafael. En cada despedida hay un deseo, cierto y el anhelo de un reencuentro que cuando llega nos hace sentir completos.
      Un abrazo y un beso muy fuertes.

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  3. Los besos hoscos de la lejanía provocan que el alma se me desborde por los ojos. Me hace tanta falta...
    -Verónica

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