Escríbeme en el atrio angosto del
alma,
escribe música en las cuerdas de mi arpa.
Átame a tus besos exiliados
y cierra la puerta tras mis labios
que yo filtraré los sueños
en las estrías de tu nada,
floreceré al calor de tus brazos
a pesar del invierno y sus nevadas.
Escribeme.
De mi piel haré los pedazos
que dibujen sonrisas en tus lágrimas
y caminaré despacio
sobre tus horas más calladas.
Escribeme
y volaré sin rumor en mis alas
para dejar en tu pecho mis rosas blancas.
Escríbeme tus silencios
en sus horas más amargas,
que yo los llenaré con los ecos
del jadeante verso de tus ganas.
Escríbeme,
escribeme tus silencios
que yo pintaré sus palabras.
A veces el cansancio
ResponderEliminarse me arrima al costado
y se cruza de piernas
y se cruza de brazos...
Y un estar boquiabierto
con el techo en los párpados
descompone las sombras
de un reloj lastimado.
Besos y gracias por recordar mi aniversario con el tiempo.
Gracias a ti por visitar esta mi casa y por los bellos versos que me has dejado. Besos.
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